Ser parte de un campamento de fútbol durante el verano es una de las experiencias más enriquecedoras durante la infancia. Además de diversión a granel y la oportunidad de practicar su deporte favorito, los participantes obtienen una serie de beneficios que como padres, no debemos pasar por alto.

Apuntar a nuestros hijos en campamentos de fútbol implica regalarles la oportunidad de aprender valores básicos para la vida como la tolerancia, el respeto, la solidaridad y la empatía.

Durante la experiencia, los niños, niñas y adolescentes cultivan el hábito de compartir y despierta en ellos el sentimiento de equidad, después de todo, en el campus impera el compañerismo y da igual el origen o la condición.

Oportunidad para socializar y aprender a seguir las reglas

Después de los momentos vividos durante el confinamiento a causa de la pandemia, el campamento de verano es el sitio indicado para recuperar la capacidad de los niños de relacionarse con los demás y lograr la sana convivencia.

Fuera de su círculo habitual, los participantes enfrentan situaciones que los motivan a interactuar. A través de juegos, entrenamientos y encuentros deportivos, forjan lazos de amistad, mientras que los dormitorios y la hora de la comida se convierten en momentos ideales para compartir.

En función de las edades, los líderes del campamento determinan la estrategia a seguir. El objetivo es que los pequeños aprendan a respetar las jerarquías y, de manera metódica, se ajusten a los horarios y el cumplimiento de sus obligaciones.

Aprendizaje para el futuro

Los conocimientos, habilidades y destrezas adquiridos no se quedan en el campamento, sino que sirven de base a la hora de afrontar situaciones cotidianas en el futuro. En los campus de fútbol se fomentan hábitos saludables tanto en materia de deportes, como en la alimentación y forma de aprovechar el tiempo libre.

Sin comprometer el entretenimiento, los participantes tienen la oportunidad de incrementar su autonomía y eliminar el sentido de dependencia respecto a sus padres o a ciertas situaciones, por ejemplo, a la hora de dormir o de comer.

Atención profesional

Los campamentos de verano de fútbol son gestionados por profesionales capacitados para el trabajo, sus conocimientos y destrezas les permiten determinar el método de trabajo indicado de acuerdo al perfil de sus alumnos.

Bajo la orientación especializada, aprenden a trabajar en equipo y valoran la importancia del compañerismo. Durante los entrenamientos y en cada una de las actividades, entienden que la cooperación es la clave del éxito.