Dentro de lo que hay que rescatar como positivo dentro de una derrota en casa, podemos mencionar la buena presentación del central Marlon Mejía y el buen debut de Fernando Luna, pero sobretodo la gran cantidad de público que se dió cita en el palacio millonario.

Fernando Belluschi dio el triunfo a domicilio por 0-1 al San Lorenzo en el partido de ida de los octavos de final de la CONMEBOL Libertadores Bridgestone jugado en la cancha de un entusiasta pero errático Emelec.

Una pincelada de talento y efectividad de técnica pura en el cobro de un tiro libre de Belluschi, al minuto 25, fue suficiente para asegurarle el triunfo al equipo argentino y en gran medida la posibilidad del billete a la fase de los ocho mejores del torneo continental.

Emelec fue entusiasmo y esfuerzo durante los 90 minutos, pero tuvo carencia en gran medida de tocar la pelota e hilvanar jugadas que generaran un verdadero peligro en el arco de Nicolás Navarro.

En el comienzo del partido San Lorenzo tomó precauciones defensivas, de manera especial en el medio campo donde logró neutralizar las intenciones de generar fútbol del cuadro local.

La visita detectó por dónde transitar hacia el arco contrario, desahogando así la presión a su defensa.

Bautista Merlini disfrutó de la primera ocasión de gol, pero su disparo impactó en el travesaño, al minuto 21.

San Lorenzo se adelantó con fantástico gol de tiro libre de Belluschi, que superó la barrera de contención y el balón continuó su trayectoria para filtrarse por el costado derecho del portero, al minuto 25.

Una mala entrega del arquero Esteban Dreer comprometió a su equipo, pero se repuso la defensa y evitó otro gol al minuto 35.

Tras la reanudación, EMELEC se lanzó con todo en procura del empate, pero San Lorenzo mostró jerarquía para defender el marcador.

Los intentos ofensivos de EMELEC resultaron inútiles por los errores repetidos en el momento de intentar tejer buenas jugadas, mientras que San Lorenzo proyectó una gran solvencia.

Nicolás Navarro salvó a su equipo del tanto del empate, al arrebatarle el balón a Roberto Burbano, que se aprestaba a rematar desde corta distancia, al minuto 91.