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Dentro del tema : EMELEC
Autor del texto : EMELEC emelexista
Fecha de publicación: 9 Dic, 2008

Es modesto, y su familia también. Pese a que acaba de coronarse bicampeón con su equipo Esmeraldas, Fricson Cortez no se agranda. Más bien es tí­mido, pero su potencial de delantero no le permite pasar desapercibido. Fue la figura del torneo y lleva en sus piernas el talento de un crack.

El delantero Fricson Cortez fue la figura de los esmeraldeños. En la final contra Santo Domingo marcó dos de los seis goles.

SECRETO DE FRICSON CORTEZ

¿El secreto? Lleva 8 años inmiscuido en el fútbol y por su esfuerzo constante fue convocado a la selección especial del Ecuador, esa que se consagró monarca de la Copa América 2007 en Venezuela. Incluso, de inmediato se le presentó otra oportunidad: el Mundial de Shanghai, en el cual la Tricolor logró colgarse la medalla bronceada.

«Como también fuimos campeones en las Olimpiadas de Manta con Esmeraldas, escogieron de allí­ a los 9 mejores para formar parte de la selección», revela Fricson, de 18 años.

Pese a que él sufre de ataques epilépticos y tiene problemas de aprendizaje, eso no le ha impedido convertirse en un gran futbolista y admite que es un fiel seguidor de Barcelona.

PALABRAS DE SU MADRE

Como no habla mucho, su madre, Marina Arroyo, a veces toma la palabra: «Él empezó a jugar desde los 10 años en la escuela de Educación Especial. Siempre le ha gustado el fútbol».

Marina se expresa de él con orgullo, pues no solo es un buen deportista sino también un inmenso colaborador. «Él trabaja para el Municipio en la recolección de desechos», cuenta la mamá, quien acompañó a su hijo hasta Guayaquil para verlo participar en las XV Olimpiadas Especiales.

Allí­ el esmeraldeño se reencontró con la gloria. Su escuadra concluyó el torneo invicta y con unos resultados arrolladores. En la final frenó al elenco de Santo Domingo por 6-0, y dos de los goles provinieron de los pies de Cortez.

UN PARTIDO DIFÍCIL

Sin embargo, a él no le agrada tildar al partido como «fácil». «No fue tan duro, pero nunca hay que abusar de los más débiles, porque ellos son los que siempre terminan ganando», asegura.

Por su parte, en el Grupo A, Cotopaxi se adueñó del primer lugar al vencer a El Oro por 2-0. Manabí­ fue relegada al tercer puesto, pero Pablo Zambrano, de 18 años, no se entristece. Es más, continúa con su sueño de ser capitán.

El zaguero admite que le apasiona el fútbol y es hincha de Emelec, pese a que su «abuelita lo obligaba a ser barcelonista». Pablo es el único hijo de Betty Durán, y por eso ella lo ve como «su tesoro más preciado».

Betty ha presenciado el notable desempeño de su hijo en el balompié y cuenta que en Manta su equipo obtuvo la presea plateada.

«Además, él también practica lanzamiento de bala y ciclismo. Le gustan mucho los deportes. Y es un excelente alumno, fue escolta de la bandera del Ecuador en su escuela», añade, sin apartar la mirada de su hijo, quien sufre de una discapacidad intelectual y tiene problemas en el lenguaje.

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