En el partido inmortal del fútbol ecuatoriano nunca se puede dar por sentado un vencedor fijándonos por su racha, algo que se ha aplicado tanto para azules como para amarillos, con el actual sistema de campeonato que está vigente desde el 2010.
El primer Clásico del Astillero que se jugará en el año tendrá dos pilares fundamentales: la convalidación de un arranque excepcional y la reivindicación de un traspié que parecería eterno. Puntales que, según los números, no adelantarán el resultado del compromiso.
Primer enfrentamiento
Barcelona, con un panorama totalmente favorable, intentará reafirmar lo hecho durante las siete fechas iniciales. Y de esa manera obtener una victoria en el primer enfrentamiento oficial de campeonato ante el Bombillo, logro que nunca ha conseguido desde que se implementó el actual formato del torneo nacional.
Por su parte, Emelec, no estará del todo recuperado anímicamente para medir a los toreros, debido a que en la fecha pasada ante Técnico Universitario no consiguió el resultado que debía ser “fundamental” para afrontar lo que se le avecina.
Campeonato
Si bien las diferencias y las apuestas deportivas aparentan estar muy bien definidas, no suelen interferir cuando chocan los del Astillero. En 2016, año en el que los de Guillermo Almada obtuvieron su estrella número 15, Barcelona era puntero del campeonato hace ya cuatro fechas antes de enfrentar a los eléctricos, sin embargo, EMELEC se impuso 2-1, en el estadio Modelo Alberto Spencer.
A la fecha siguiente, y para aseverar la teoría de que los Clásicos no saben de rachas, Barcelona tuvo su venganza, al propinarle un 5-0 sin piedad alguna. Tres años antes, en 2013, el Ballet Azul era el que tenía más opción para derrotar a los toreros. Pero un partido igualado a cero en la Caldera dejó de lado cualquier favoritismo, a pesar de que los azules llegaron a este encuentro siendo líderes del torneo durante 10 fechas seguidas.
Victorias
Los canarios llevan siete fechas invictos, registrando cinco victorias y dos empates, lo que significará su segunda seguidilla sin traspié alguno, desde hace 8 temporadas, antes de medir a su ‘rival de barrio’.
La primera fue en 2010. Allí, los toreros habían jugado cuatro fechas, con tres victorias (dos más que Emelec) y un empate. Sin embargo, los eléctricos fueron y aniquilaron con una goleada (3-0) a Barcelona, en el Capwell.
Contrastada reacción
Ambos clubes sufrieron en sus últimos cotejos por Copas internacionales, pero la capacidad de reacción fue la detonante que los ubicó en la situación que cada uno atraviesa actualmente.
Barcelona, tras ser superado y eliminado de Copa Sudamericana, por General Díaz, venció a Delfín, El Nacional, Macará y empató con Aucas. De esa manera supo adueñarse de la punta del campeonato hace tres jornadas.
A los que sí les afectó su derrota por Libertadores fue a Emelec, tanto que incluso sus integrantes recuerdan aquel cotejo ante Flamengo como justificación para responder a las preguntas que cuestionan su actualidad deportiva.
Haber perdido por remontada (1-2), a falta de cinco minutos del final, desencadenó dos derrotas más al hilo: ante Católica en Quito y frente a Liga en Guayaquil.
No hay favoritos
Los ejemplos para sustentar la hipótesis que descarta el favoritismo previo a un Clásico no solo se reflejan en los cotejos iniciales de cada temporada. A finales de noviembre de 2016, los canarios vieron muy de cerca la oportunidad de finiquitar su consagración ante EMELEC y poder desquitarse del campeonato perdido en 2014.
Barcelona necesitaba un triunfo para proclamarse campeón ante los eléctricos. Y, aunque todo parecía cuestión de trámite para los de Guillermo Almada, la visita silenció a un Monumental ansioso por el desquite. Ángel Mena, tras conseguir un doblete (1-2), postergó el festejo amarillo.
Posibles ausencias
Si bien la racha no sería un factor determinante, las ausencias sí podrían afectarles a ambos. En Emelec, Ayrton Preciado y Juan Carlos Paredes fueron bajas, antes y durante el cotejo pasado frente a Técnico Universitario. Por su parte, en Barcelona, Ely Esterilla tuvo que abandonar la cancha de manera tempranera, debido a una molestia muscular, en la goleada ante Macará.
Vía : extra
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