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Dentro del tema : Copa Sudamericana
Autor del texto : Humberto Ramirez Estrella
Fecha de publicación: 14 Jun, 2023

No bastó con la inercia de haber conquistado el Clásico del Astillero contra el Barcelona. Las buenas sensaciones de aquel encuentro se vieron difuminadas para Emelec sólo cuatro días más tarde en la Copa Sudamericana, en el quinto partido de la fase de grupos que tocó jugar frente a Guaraní. A pesar del dominio que logró imponer en la primera mitad, el Bombillo no fue capaz de pasar del empate a uno en el George Capwell. La falta de concentración y de intensidad en el tramo siguiente, con una imagen futbolística bastante pobre, condenó a los ecuatorianos a firmar una igualada que los sitúa en la tercera plaza, con serias dudas para hacerse con el pase a octavos de final.

Bajo esta sintonía de insuficiencia se despidió Miguel Rondelli del banquillo azulón. La mala racha de puntos ha dinamitado la continuidad del técnico argentino, que en su partido de despedida tampoco supo estar a la altura. Si bien es cierto que el planteamiento inicial contra el conjunto guayaquileño sembró la esperanza entre los aficionados, todo acabó derrumbándose, hasta dejar al equipo a expensas de lo que suceda el próximo 29 de junio ante Danubio. Los Eléctricos necesitan la victoria para acceder a la siguiente fase eliminatoria de la Copa, un reto que como se puede comprobar en el comparador de apuestas Apuestasonline.net/ecuador/ está generando expectaciones de todo tipo.

Rondelli optó por no repetir el dibujo que en la fecha anterior le había dado los tres puntos en la Serie A, en el Monumental Banco Pichincha. Esta vez eligió un clásico 4-4-2 con Bolaños y Angulo en punta, y con la participación de Ceballos por el centro, que en los primeros compases supo aportar mucho control junto a Villalba. El cuadro ecuatoriano dejó claro desde el principio su interés por la posesión de la pelota, amasando largas circulaciones que pronto empezó a conectar con el ataque.

Con esta insistencia sobre el área visitante llegó en el minuto diez la que fue hasta ese momento la ocasión más peligrosa del partido. Luis Fernando León se hizo con un rechace en un saque de esquina, regateó a su defensor y ya, con toda la intención del mundo, fabricó un disparo colocado que terminó estrellándose contra el larguero defendido por Muñoz. El primer aviso estaba sobre el césped, como una fuerte anticipación de lo que estaba por venir.

Hubo que esperar tan sólo tres minutos para que Emelec se pusiera por delante en el marcador. Lo hizo además con esa verticalidad que estaba mostrando, con Diego García como protagonista. El centrocampista uruguayo recibió el balón en la medular, sobre el costado izquierdo, y fue conduciendo hacia el interior. Con un recorte exterior se deshizo de la presión ejercida por el rival aurinegro, encaró sobre la media luna y sacó un derechazo a baja altura y ajustado al palo izquierdo que no pudo detener el guardameta. El 1-0 brillaba en el luminoso.

La ventaja permitió a los locales reducir el ritmo y arriesgar menos en el plano ofensivo, una tregua que el conjunto paraguayo intentó aprovechar para buscar la igualada. Aunque los de Rondelli dejaron jugar a su adversario, este no supo crear una sola ocasión de peligro hasta el minuto 39. Fue ahí cuando cambió para siempre el rumbo del encuentro.

El colegiado señaló una falta a favor de Guaraní en la zona de tres cuartos y Néstor Camacho, que anduvo especialmente listo, se encargó de poner la pelota en juego de forma inmediata para sorprender a la defensa local, que todavía estaba con la guardia baja. Romeo Benítez recibió dentro del área, casi sin oposición, y ajustó el cuero al segundo palo para batir a Ortiz, que poco pudo hacer. El despiste del Bombillo facilitó el empate y el primer periodo se cerró sin mayor sobresalto.

La vuelta del túnel de vestuarios trajo consigo a la defensa millonaria todavía en estado de letargo. Una contra de los chicos de López Mora enmudeció a la grada del George Capwell; la pelota se paseó a ras del suelo de un extremo a otro del área, hasta que Santander la puso atrás, al punto de penalti, para que Benítez, tras un par de rebotes, lograra sacar un remate a bocajarro que golpeó contra el travesaño. El intento de réplica llegó unos instantes más tarde, con un pase en profundidad de Cevallos que dejó solo a Bolaños. Este, desequilibrado tras el control y sin fuerzas para armar el tiro, no definió con la rotundidad esperada y Marcos Cáceres acabó despejando en línea de meta.

La segunda parte ofreció la imagen de un Guaraní encerrado atrás que intentó por todos los medios frustrar la elaboración de juego de los Azules. Cevallos, Angulo y Carabalí gozaron de alguna oportunidad para sumar los tres puntos, pero el repliegue visitante concedió pocas alternativas. Pese al arreón final de Emelec, el 1-1 ya no se movió del electrónico. Toca ganar a Danubio para seguir vivo en la Copa.

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