Jaime Iván Kaviedes (39), uno de los íconos de la selección nacional de fútbol que jugó su primer Mundial (Corea-Japón 2002), considera que la Tri careció de ambición deportiva en su propósito de clasificar a su cuarta cita mundialista. En diálogo con EL UNIVERSO, el Nine –que también disputó el Mundial 2006, en el que anotó– reparó en las complicaciones que tendrá Ecuador en su intento de vencer mañana a Chile, en Santiago, y a Argentina, el martes, en Quito.
¿Cree factible que Ecuador supere a Chile y Argentina y clasifique al Mundial?
Cuando yo veía a la Selección por televisión –antes de jugar en la de mayores–, escuchaba la frase “matemáticamente tenemos posibilidades”. Cuando preponderaba esa consigna, no clasificábamos. Así que esta vez tampoco, creo. Matemáticamente es complicado. Sin embargo, nada es imposible.
¿Qué le ha faltado a este proceso que sí gozaron quienes estuvieron en 2002 y 2006, selecciones que Ud. integró?
A nosotros, Bolillo (Hernán Darío Gómez, técnico de la Tri entre 1999 y 2004) nos unió. Lo hizo con todo el país, pero empezó en la cancha. Luego se unieron la prensa y la gente, que cumplieron su papel también. Hubo respeto mutuo. Sabíamos que no éramos solo un equipo, sino una selección representando al país. Además, él no permitió que la directiva (Ecuafútbol) se tomara atribuciones en las alineaciones.
¿Cree que es cierto lo que dijo Ulises De la Cruz, su excompañero en la Tri, sobre que “ahora muchos (seleccionados) piensan solo en el dinero?
Ganan mucho en sus clubes, en el exterior. Más bien ya se despreocupan por el dinero. Ha faltado un poco más de ambición deportiva, pero no de dinero. Si fuera por eso, no vendrían (a la Tricolor).
¿Qué opina sobre el cambio en la dirección técnica de Ecuador: Jorge Célico en vez de Gustavo Quinteros?
No estuve muy de acuerdo con que (Quinteros) encabece la Selección. Luego me pareció un técnico muy capaz cuando lo conocí, pero los hechos dicen que no clasificó a Ecuador al Mundial. Es justo que Célico se haga cargo de la Selección, porque tiene la capacidad. Es una gran persona, un gran entrenador. No es que complació a los ecuatorianos, pero su lista de convocados (para duelos frente a Chile y Argentina) es la que todos querían.
¿Qué piensa en cuanto a las ausencias de tricolores convocados usualmente?
Siempre una selección tiene referentes, que son una base. En este caso, por ejemplo, Antonio Valencia, Cristhian Noboa y Felipe Caicedo, que tienen la jerarquía de poder estar en cualquier convocatoria. Pero por los demás, nadie es fijo. Lo de Felipao es un tema aparte, dijo que no iba a venir (renunció a la Tricolor el pasado 15 de septiembre), pero sé que en algún momento va a venir.
¿Cree que los ‘novatos’ de la Tricolor aprovecharán esta oportunidad?
Le tengo fe a la Tuca (Roberto Ordóñez, atacante del Delfín) y a Carlos Garcés (también cetáceo), quienes pueden resolver partidos.
¿Y si no lo logran siquiera el jueves?
Quiero ver a los ecuatorianos llevando a sus hijos al estadio (Atahualpa, frente a Argentina, el 10 de octubre) y diciéndoles que no es un buen momento ahora, que pasamos antes momentos increíbles, pero ahora es cuando se tiene que estar unidos. Quiero ver un Atahualpa lleno.
¿Cómo observa el fútbol ecuatoriano actualmente?
Lo que pasó el 7 de noviembre de 2001 (clasificación de Ecuador a Corea-Japón 2002 al empatar a 1 con Uruguay en Quito, donde el Nine anotó el gol tricolor) fue un antes y un después en el fútbol. Los resultados se vienen dando desde hace algún tiempo. Los jugadores de ahora no piensan en jugar en Barcelona, Emelec, Liga (Q) –con el respeto que se merecen–; sino en el Barça, en el Real Madrid. Los jugadores de Ecuador ahora tienen jerarquía: son capitanes, son goleadores, están en grandes equipos (de ligas extranjeras).
Tomado de: El Universo
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