La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) está negociando actualmente los derechos de transmisión de apuestas para los principales eventos futbolísticos del país. Sin embargo, podría tener algunos problemas, ya que el organismo de control de la competencia de España ha expresado su preocupación sobre cómo la RFEF está implementando su plan.
El streaming se está convirtiendo en un gran negocio, más grande que la televisión por cable o el casino en algunos mercados. Esto es particularmente cierto en el caso de la transmisión de deportes, ya que las organizaciones buscan atraer a toda la multitud internacional.
La RFEF busca aprovechar ese crecimiento en la parada juvenil para extender la exposición global a los torneos de fútbol Copa Del Rey y Supercopa. Sin embargo, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) no cree que la organización esté presentando su oferta de manera justa y transparente.
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La CNMC, que es la encargada de velar por unos mercados de consumo justos, dijo a la RFEF que debería hacer algunos cambios en la comercialización de los derechos de streaming de los eventos. En particular, el organismo de control quiere que la organización revise sus bases de licitación para respetar mejor los principios de competencia y no discriminación.
La CNMC solo ofreció recomendaciones, no exigencias. También señaló que la licitación podría violar la ley española, lo que podría generar problemas para la RFEF.
El organismo de control se refirió específicamente a una ley española que ha estado en los libros desde 2015. Discute los derechos de transmisión de eventos de fútbol. Pero la CNMC no ha precisado qué apartados puede estar infringiendo la RFEF.
Proporcionó un par de pistas. La CNMC quiere que la RFEF aclare si los derechos se licitan en tres lotes -España, Norteamérica y resto del mundo- o en un solo lote. Además, la CNMC dice que la RFEF necesita concretar mejor los términos para la preparación y presentación de ofertas, y la solicitud de aclaraciones.
También existe la preocupación de que el lenguaje de la licitación le dé a la RFEF una «discrecionalidad excesiva» en la forma en que selecciona al ganador de la licitación. En otras palabras, la licitación no establece en detalle los términos y condiciones que utilizará la RFEF para tomar su decisión.
La RFEF, que rompió su relación de streaming con Fuchs Sports en marzo, presentó su oferta el pasado mes de julio. En él, el equipo declaró explícitamente que siguió la ley de 2015 al desarrollar su programa de derechos de transmisión.
Además, la RFEF dijo que el nuevo acuerdo tendrá vigencia para las próximas tres temporadas. De manera confusa, la CNMC sugirió en su informe que la organización limite el trato a tres temporadas. Esto obviamente ya estaba en su lugar.
La RFEF se convierte en máquina de hacer dinero
Desde la entrada de un nuevo equipo directivo hace algo más de cuatro años, la RFEF ha dado un vuelco. La entidad privada no recibe subvenciones públicas y ha mejorado su posición financiera. Ha pasado de un presupuesto de 146 millones de euros (144,51 millones de dólares) en 2018 a 406 millones de euros (401,9 millones de dólares) este año.
En 2017, la RFEF obtuvo un beneficio neto de 8 millones de euros (7,92 millones de dólares estadounidenses). A partir de 2021, esa cifra había aumentado a 32,8 millones de euros (32,46 millones de dólares estadounidenses).
La mejora ha venido de tres áreas diferentes. En primer lugar, la RFEF ha experimentado un crecimiento en los ingresos por patrocinadores. Esto ha mejorado en un 175,15% desde 2018.
Además, los derechos de transmisión se han vuelto extremadamente importantes. Los ingresos por los derechos han crecido un 110,84% en los mismos cuatro años. Por último, los ingresos por competiciones, incluido el nuevo formato de Supercopa, han experimentado el mayor crecimiento. Se ha disparado un 262,91%.
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