Si de algún técnico se habla bien hoy en el planeta fútbol ese personaje es Gustavo Quinteros, el conductor de la selección ecuatoriana que participa en las clasificatorias para Rusia 2018. Nuestra Tricolor también provoca encendidos elogios, pues en los cuatro encuentros jugados encabeza la tabla de posiciones con paso perfecto: doce puntos en cuatro partidos. Si consideramos que para lograr el cupo necesitaría (de acuerdo a los resultados de la eliminatoria para Brasil 2014) entre 25 y 28 unidades, Ecuador habría logrado hasta ahora más del 40% del puntaje ideal para llegar al Mundial 2018.
Lo que más resalta en este equipo de Quinteros es su personalidad y su cohesión. El duelo ante Argentina como visitante no es solo histórico por el resultado. Es también el mejor partido jugado por una selección nacional en toda la historia de las competencias internacionales. Presumimos que los comensales de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) ya estarán comprando ropa nueva para el verano moscovita e inventando cuentos como el de un documental a cambio de tres pasajes para el ‘periodista’ y dos familiares íntimos. Después de año y medio de concluida la Copa del Mundo 2014 no hay la más mínima seña del documental pactado. Vamos a abundar en este tema en breve como un homenaje a la ética periodística.
Nuestra Selección se parece en mucho al EMELEC que forjó Quinteros desde 2012 y que logró dos coronas y un subcampeonato en tres temporadas. Su paso triunfal por el equipo guayaquileño le granjeó enormes antipatías en un sector influyente del periodismo capitalino que abogó siempre por el argentino Edgardo Bauza o por el uruguayo Jorge Fossatti, ambos con un notable y exitoso paso por Liga de Quito.
Hoy que el periodismo adicto a la FEF se deshace en loas al – acierto directivo al contratar a Quinteros”, bien vale recordar que el actual adiestrador de la Tri jamás gozó de simpatías en el seno de la Federación. Luego del deplorable resultado en lo técnico y en lo moral en Brasil 2014, el presidente de la FEF, Luis Chiriboga, anunció en la capital su intención de contratar a Bauza para reemplazar al colombiano Reinaldo Rueda. – Bauza es una gran opción para el fútbol ecuatoriano. Es un técnico serio, muy capaz, que conoce mucho el fútbol ecuatoriano”, dijo el mandamás federativo en la edición digital de El Comercio del 26 de agosto de 2014.
El Patón Bauza reconoció que recibió una oferta de los dirigentes nacionales, pero la había rechazado porque iba a respetar su vínculo hasta diciembre de 2015 con San Lorenzo de Almagro. Ante este obstáculo el segundo de a bordo en la FEF, Carlos Villacís, dijo que si no era Bauza, los candidatos eran Fossatti y Rubén Insúa. El primero tenía contrato vigente en Catar e Insúa fue descartado pronto. Fue entonces que se pensó en Quinteros. El presidente de la Ecuafútbol confesó que había pensado en el entonces DT de Emelec, pero que había desechado la idea – para no interferir en los planes de Emelec”. No era cierta la excusa, pues Quinteros tenía un acuerdo con los eléctricos para separarse del club si existía una oferta de la selección nacional.
Ante el fracaso de todos los predilectos de la FEF, al fin se ofreció el cargo a Quinteros, pero todo parecía ser condicional. Cuando Ecuador cayó ante Chile y Bolivia en la Copa América 2015, la FEF quiso deshacerse del técnico argentino-boliviano. El diario digital argentino Infobae reveló el 18 de junio de este año que los dirigentes de la FEF fueron a buscar a Bauza para reemplazar a Quinteros luego de esos dos contrastes. En Lima, el mismo día, el diario El Bocón aseguró que un día antes hubo contactos de dirigentes de la Federación con el colombiano Luis Fernando Suárez, entrenador de Universitario de Deportes, para que regresara a la Tricolor.
Casi adivino lo que se escribirá o hablará en los días venideros acerca de la sorprendente selección ecuatoriana, líder de las eliminatorias. Tal vez le perdonen a Quinteros lo que fue motivo de agrias críticas por parte de cierto sector de la prensa capitalina, de modo especial: el que EMELEC sea, de los clubes del país, el que más futbolistas aporta: Esteban Dreer, Jorge Guagua, Gabriel Achilier, Óscar Bagüí, Pedro Quiñónez, Ángel Mena y Miler Bolaños. Además tiene a seis jugadores llegados del extranjero que son salidos de EMELEC y formados en el club millonario: Walter Ayoví, Cristhian Noboa, Michael Arroyo, Enner Valencia, Jefferson Montero y Jaime Ayoví (Mena también surgió de las inferiores azules). Eso demuestra el nivel del trabajo de las series menores de Emelec.
Contrariamente, Barcelona tiene uno en la Selección: Máximo Banguera, tercer arquero, llegado de otro club. En cuanto a los futbolistas nacidos de sus inferiores, el caso es digno de análisis: formó a Juan Carlos Paredes, pero nunca nadie le dio oportunidades. Así, la Hormiga se fue al Rocafuerte, Deportivo Cuenca y Deportivo Quito antes de que Barcelona, su cuna, lo volviera a comprar por varios millones en 2013. Formó a Miler Bolaños y lo despachó por una cuestión de disciplina cuando tenía 17 o 18 años. Fue grave, es cierto, pero no le dieron contención psicológica y social para soportar el castigo que le puso la FEF. Se deshicieron de él por un par de miles de dólares. Con el pasar del tiempo Miler le clavó a Barcelona dos goles en una final perdida justo con Emelec.
Otro caso es el de Álex Bolaños, al que botaron los dirigentes toreros por un arrebato de inmadurez tras perder la final de 2014. Ahora, la nueva directiva habla de la posibilidad de retornarlo al club y pagarle lo que pida. Por último, Juan Cazares, que ya jugaba en Argentina en 2013 cuando lo trajo Barcelona. El estratega Gustavo Costas no le dio ni la hora bajo el argumento de que él no lo había pedido. Cazares se ha consolidado en Argentina y es pieza clave en la Selección.
Mientras a los juveniles de Barcelona el club les negó por años el uso de la cancha alterna y los hizo entrenar en el asfalto del parqueo, en EMELEC hay una respetable escuela. Esa es la ambigüedad: el buen ojo de EMELEC para contratar y luego vender en millones, contra la ceguera de Barcelona, que regala futbolistas y después repaga por recontratarlos.
En tanto, la Selección volverá en marzo de 2016. Esperamos que siga su ruta triunfal. Que las victorias no enceguezcan a los jugadores y al técnico Quinteros, al que alaban ahora los que se opusieron a su fichaje y los que, a su espalda, buscaban despedirlo durante la Copa América. (D)
Nuestra Selección se parece en mucho al EMELEC que forjó Quinteros desde 2012 y que logró dos coronas y un subcampeonato en tres temporadas.
Por : Ricardo Vasconcellos R.
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