Autor: Andy Manuel Armanza Granda
“En el fútbol como en cualquier aspecto de la vida existen los ganadores sin premio y los campeones olvidados”
“Ningún marinero se hizo capitán en un mar en calma”.
Todos somos generales después de la guerra, siempre una crisis da lugar a sinnúmero de soluciones y lo que estamos viviendo los emelecistas hoy por hoy no es la excepción, el presente actual del Club Sport Emelec es muy turbulento y gris y en lo personal me pongo a recordar a aquellos jugadores que dejaron su huella en el ballet azul, que se fueron del Emelec injustamente y que nos podrían dar una mano en estos momentos grises y uno de ellos es Roberto “La Tuka” Ordoñez, un verdadero delantero nacional de raza, un auténtico luchador y un hombre cuya complexión haría asustar a más de un defensa, que en la actualidad el equipo de Sociedad Deportiva Aucas lo abandonó sin dinero y sin respeto.
¿Pero cómo ha sido la vida de este veterano de mil batallas en el fútbol ecuatoriano que pasó de ser un simple soñador a ser posteriormente una de la sensaciones de nuestro campeonato a finalmente ser una víctima más de la crisis del fútbol ecuatoriano?
Roberto Ordoñez Ayoví nació en Guayaquil el 4 de mayo de 1985, un humilde afro ecuatoriano con sueños de ser futbolista comenzó su carrera en equipos de menor relieve como Espoli, Liga de Loja, Técnico Universitario, Aucas y Rocafuerte, sin embargo parte de esos inicios se dieron en las formativas del Club Sport Emelec donde incluso llegó a entrenar con el plantel vice campeón del 2006 pero bajo circunstancias especiales, Emelec en esa época sufría de muchas carencias y austeridad debido a una fuerte crisis dirigencial, institucional y deportiva por lo que no tenían suficientes jugadores para completar la nómina, por lo que la Tuka tenía que entrenar con el primer equipo para completar las jornadas de entrenamiento y que la Tuka no podía debutar en primera ni jugar los campeonatos de reserva por un vacío constitucional con respecto a las edades en los jugadores, una de las tantas inconsistencias de nuestro fútbol.
Su última experiencia en serie B fue con River Ecuador (actualmente Guayaquil City) donde estuvo dos temporadas y logró el ascenso, para el 2015 fichó para Mushuc Runa debutando finalmente en serie A, su talento goleador se vio en el equipo del Ponchito, lo que lo llevó a jugar en el extranjero en el equipo mexicano de Cimarrones de Sonora, pero solo estuvo seis meses, para posteriormente terminar el 2016 en Fuerza Amarilla, pero sin duda el punto de inflexión para la Tuka fue al año 2017 donde la rompió con Delfín donde llegó a ser subcampeón del fútbol ecuatoriano tras perder la final con Emelec, convirtiendo al Delfín en el primer equipo manabita en disputar la Copa Libertadores de América, incluso llegó a ser convocado aunque sea de manera efímera a la selección nacional durante las fatídicas eliminatorias para Rusia 2018, en el 2018 no pudo brillar mucho los primeros seis meses debido a una lesión, pero el equipo cetáceo supo salir adelante y mantenerse en el podio a final de esa temporada, clasificando una vez más a la Copa Libertadores, la fase previa del 2019, aunque sin mucho éxito, pero en el 2019 la Tuka obtuvo su revancha al ser campeón del fútbol ecuatoriano de la Liga Pro 2019 tras vencer a Liga de Quito en la tanda de penales, siendo la primera estrella para el ídolo de Manta, siendo el tercer equipo en la historia de nuestro fútbol en romper la hegemonía Guayas- Pichincha, para el 2020 la Tuka Ordoñez llamó la atención del mercado de fichajes al ser contratado por el Club Sport Emelec, pero el turbulento año futbolístico del club y la pandemia mermaron su desempeño, pero su entrega y sus goles jamás estuvieron en tela de duda, en el fútbol no siempre se gana.
Para el 2021 por diferencias con el técnico Ismael Rescalvo salió del club a Sociedad Deportiva Aucas donde su fuerza ofensiva como era de esperarse llamó mucho la atención en un mermado por lesiones y un contagio masivo de Covid-19, para mitad de año fichó por el Manta Fútbol Club, que terminó siendo un equipo ascensor, porque en su regreso a la primer división después de siete años, la Tuka vivió la hiel del descenso a finales de temporada, valga la redundancia, Roberto Ordoñez está sin equipo y abandonado, los dirigentes auquistas le dieron la espalda, poniendo de manifiesto que al futbolista ecuatoriano, no lo respetan ni lo valoran, también de que encaja la frase: “Un campeón olvidado”, la pregunta final sería: ¿Es posible y viable el regreso de la Tuka Ordoñez a Emelec? Solo Dios y la dirigencia tienen la respuesta.
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